¡Aguas! Episodio I

Mejor dicho imposible, la última vez faltaba material para escribir, hoy hay tanto que no se ni por dónde empezar. Total que entonces de todas maneras hay que quejarse. Pero mejor pasemos a lo conciso del asunto.

- Ahí te encargo…

Sucedió que mi suegros salieron a dar la vuelta en plan lunamielero y como nosotros tuvimos a bien encajarles a los chamacos cuando se nos alborotó la hormona europea pues que nos aplican la misma. Ahí estabamos dandonos un atracón de mariscos y con la panza llena y las migajas saliendo por la boca y dije – vayanse tranquilos aquí nos hacemos cargo, disfruten – (“ja, de haber sabido, seguro Dios se reía a carcajadas”) y todos muy contentos y optimistas. A la cita estaban mis dos cuñados, a los cuales llamo de cariño: mi compadre y niño taquero. Pasaron algunos minutos y a sabiendas de las habituales chamaqueadas del niño (aunque suene redundante) primero oferte la posibilidad de irnos a dormir a casa de mis suegros (poniendo así en jaque los maquiavelicos pensamientos de que el casi 18añero tendría china libre pa convertir la morada de mi suegro en la madriguera de los sueños de todo preparatoriano, llena de coches, gente tumbada hasta el keke y retacada de pomos cualquier habitación de la casa.. en fin me avive previendo esto) y después pregunte a mi suegro a modo de amarre político, ¿ Hasta que hora tiene permiso de llegar Erick, puede usar coches o como está (la cosa)?. A lo cual mi suegro responde con cara de empacho (y apuradamente como cediendo de una buena vez toda la discusión y con la intención de evitar el habitual zafarrancho de la niña 15ñera, digo taquera, digo del niño taquero) – Puede llegar a mas tardar a las 2am y sin tomar alcohol - … Mi mente se disparó como un rayo contestando “Que tierno mi suegro, pero mejor sí, lo dejo que se vaya con su sueño guajiro, por que éste en cuanto salgan se atraviesa una chela SE-GU-RO” pero no quise ser yo quien rompiera esa armonía, así que a modo de sellar el pacto con el diablo remarque: -Ya oiste Erick 2 am y sin tomar nada -, como estabamos en restaurant de mariscos, vi de pronto como una almeja chocolata bien fresca se retorcía en su concha efectos del chile que se le aplicaban… ¡que grande que estaba!, pero no era la chocolata, era el niño tranzero, digo taquero y que aplica luego luego la suya, -Papá podemos discutir esto después TU Y YO (osease no con este par aquí, ¡NO!) y además me duele la panza y ya me quiero ir, dame pal taxi que ya me voy- CLA-SI-CO, es de 3 pesos, cual 3 pesos de 50 centavos, pero ya esta más armado que el ¡circo de la chilindrina!, entonces el taquero sale de escena como para firmar el comercial de treda (el antidiarreico más usado en México) valiendole queso el filete enchilado que había pedido (¿no que le dolía la panza? como pide eso pa comer!) en fín, pues él se iba cual porro de la UNAM, “chale se me pelo el jaque mate, pero por lo menos ya marque de a como va la cosa” pensé (El creador seguia riendose ¡Seguro!). A mi suegro, el camarón que se comía seguritamente le sabía como estar ¡mascando clavo!. Lo peor ya había pasado, total siguió la tarde y fue una comida placentera y muy bonita, a veces aderezada con chilletas del Josan o Sofía pero nada que nos sacara realmente de la órbita terrestre. Nos despedimos y afirmamos

-nos vamos entonces a dormir desde está noche a su casa-.

Le damos Fast Forward y le paramos ahí justito, justito dónde estoy apunto de acostarme y le doy send al blog anterior, oigo además de la música del vecino taquero un siseo como de agua saliendo a presión… Shhhhhhhhh – me asomo al cuarto del taquitos y con cara de what? Me revira como diciendo ¿iora?, se asóma a su baño y ahí debajo del lavabo en el lugar más incomodo salia a presión el agua caliente, ¡la tubería había tronado!, el niño taquero se debatía como la tripulación de submarino pa contener la fuga. Dice mi mujer que: yo salí cual vieja de traspatio vociferando y pidiendo auxilio y buscando un coleador, trapeador o cosa parecida para aventarsela al taquero mojado (que exagerada es la chinchi, pero juego fair play y les dejo ser jueces de esto). Entonces sale mi suegro y trata de ayudar al Erick, pero después de un rato de harta confusión y solo un macho seco (Sí fui yo pero ¡alguien tenía que jugar ese rol!, además pa lo que me esperaba), nos rendimos y decidimos cerrar la llave de paso del agua caliente del boiler… Para esas fechas yo ya, la neta, me hacía a la idea de que pa verme con la piyama puesta sequito y en la cama faltaba un rato, Y yo que le había dado ya entrada al blog por que traía ganas de ir al ¡baño!, pa ya no hacerla larga cada vez que siquiera ponía intenciones de pisar el tocador (servicio, sanitario, wc, trono o como lo quieran llamar) alguien me llamaba, o mi suegro o mi suegra o mi esposa, razones sobraban, por ahí pasale, pasame, llevate, traete, dile, ponle, ayudame, quitale, sacale, subete, bajate, y quizas no fue tan drástico pero: quiero que se casquen unos litros de agua y después les encargo a que se echen un rally en su casa de ya que llegas aquí te vas pa allá y nada te lleva al baño. No pus casi ya chillaba. Pa cuando pude llegar veo que: de ahí también sale AGUA. Pero ya poquita, pero aún asi neta era pa chillar. De eso que: ¡ya ni el reloj quieres ver!, mañana la chiquichinga del chikicole, el despertador y todo eso que ya veía en mi mente en fin. Pa cerrar relato me hace mi suegro una encomienda más – Mira aquí arriba en el tinaco, aquí que le corten y que le suelden por que pusieron un hidroneumático y la presión esta haciendo esto, na mas eso dile a don Lorenzo mañana que venga – ay de mi, ya con ganas de jetear ya uno las da muy fácilmente, en fín . Al día siguiente más tardarón mis suegros en irse que el remiendo en el baño del taquero en botarse y volver a inundar. Otra vez a cerrar llave de paso de agua caliente y el show acuatico pero ya con conocimiento de causa.

Se me hace que voy a empezar a vivir en una alberca, primero las goteras de la casa que con dos años de intensa lucha casi me ponen en el manicomio, las lluvias que no habían parado en estos meses, y ahora que ya no llueve y hace frio con un cielo preciosamente despejado, ¡raca! Ahí te encargo el indomable y flamante sistema hidroneumático a presión con suavizador incluido en casa de mi suegro, indomable, imparable, pensé en llamarle a Danú (a. El Zapayo) al otro día, pero la parte más chiquita de mi (que todavía dicen que tiene conciencia y coherencia) me sugirió lo siguiente: “Esto ya está lo suficientemente perro como pa que empiezes a hacer tus jaladas ” – sí es cierto pequeño pepe grillo (que lindo y bueno eres al no dercimer groserías), creo que por esta vez te haré caso y dejaré de acariciar esa idea seductora…-. (Continuará…)