
Hoy escribo con la ayuda y tranza que puede brindar un procesador de texto. Osease el nivel de faltas de ortografía debe ser considerablemente menor, aunque no se pongan muy estrictos pues seguramente podrán encontrar ¡una que otra burrada por ahí!.
Creo que esta entrada será dividida en 2 partes, pero ambas relacionadas al mismo hecho. Tratare de describir un par de situaciones que involucran a un evento social y que probablemente están en los extremos pero esto es lo que se me hace más atractivo para plasmar.
-Los comen-sales
Fui a la fiesta del primo Luís, quien es el mero mero sabor ranchero de la prima cuquita (Ponganle el nombre que quieran todos tenemos primos). Any way y any how fuimos invitados cruji (mi media mandarina) y su servidor. El caso es que previo a esto teníamos un evento social no menos importante, se trataba la fiesta de cumpleaño (solo uno) de la hermana de una amiga de Sofía y con quien el tremendo Josán ya había intercambiado un par de cachetones en la última visita. El caso es que fuimos de gorrones la cruji y yo, arropados cada uno con un retoño y nos apersonamos a esa fiesta dónde hubo menú infantil. Con nugget’s de pollo y toda la cosa. Y pa los pesos completos nos rellenaban con pozole y taquitos dorados. La respectiva cerveza que coronó la ingesta de calorias. Al saber que tendríamos después de este acontecimiento el cumple del primo Luís pues no rehusamos a sopearnos el segundo plato de pozole y nos lanzamos a rajársela bien rajada al pato donald al mas puro estilo del “ya le diste una, ya le diste dos, ya le diste tres y tu tiempo se acabo”. Bien una vez cambiando de evento y llegando con el primo Luís, pues saludamos a cada uno de los familiares presentes, y los convidados de Luis. El caso y pa acabar pronto y burdamente fue que hubo más comenzales que rellenos pa piñata, osease que cuando llego el primer plato de alimentos a la mesa, mi suegra reconoce haber exclamado, “lo están sirviendo bien generoso”, lo que no contábamos es que ese plato era ¡pa la mesa entera!. Cuando quisieron en la mesa de al lado (el primo de al lado) ir por el refill de cochinita pibil, regreso con cara del ¡No hay! (personaje de hector suarez). Bendito chiqui pozole que nos empacamos la cruji y yo. Por que si no, no más no la hubieramos contado. Acto seguido y con cara de baboso me acerco al primo pa preguntarle que si no había squirt, por que yo el tequila solapas no mas nanay, (y el charro negro como que me sabe a mariachi mamarracho). El caso es que el primo me despacha con la explicación que: para su conmemoración había pedido que trajeran sus refrescos y bebidas, pero que al lado contabamos con una tiendita (estilo años 80’s, cero oxxo fresa y yanqui wannabe), a lo cual respondí que: ¿qué refresco requería para que aportara mi coperación carbonatada?. “Traete una coca” – “Orale una coca y un squirt” dije y así fue, me lanze a la tienda a adquirirlos y regrese con el sentimiento de que había coperado pa la causa (chale me falta que hechemos pañales pa Veracruz –no dejen de coperar aunque sean “cool aids” jajajaja-). Me casque mi paloma (que la sentí como la de José Alfredo cucurrucucu) y posteriormente emprendimos la graciosa huida la chinchilla (osea mi cruji pero ya con la paloma cambia de alias), los retoños y su servilleta.
-La no-via
Al otro día y ya habiendo llegado al día domingo según ibamos a hacer de comer pa invitar a mis suegros a convivir y platicarles nuestras bronquillas -de la última batichinga canadiense que me acomodaron- y quesque ibamos a hacer pozole. Pues que le damos besolidad y que la cruji se lanza pa adquirir los elementos pozoleros. Cuando llego la llamada de mayday (S.O.S): en la tienda de novias se estaba armando la camará hungara con una clienta que ya había metidose hasta la cocina, digo hasta el taller, y solicitaban la ayuda de la batichica, changos, ¡ni para hacerla de jamón!. Que le marco a la cruji y le aviso, que llega a la casa, se cambia y salió como …. De rayo pal rescate!. Mientras los chinchillos y yo nos lanzamos a casa de mis suegros pa que pudieran ingerir alimento mis retoños. Al final del día y por ahí de las 6pm, regreso mi batichica, ¡mas tranqueada que la chupitos!. A jijos se puso bueno le dije y me dijo ¡y todavía no acaba!, total que ella ya no quería hablar ni con la santísima trinidad y aún así la clienta se había ido fúrica pa ¡chilangoland! (pues se casa el sábado y en cuernavaca). Que me envalentono y que le digo pues yo le hablo pa tratar de arreglarlo, por lo menos o se arregla y se queda con el vestido de novia o le devuelves su lana. Lo primero estaba muy cañón, la mamá de la Leona - digo de la novia era una ¡Leona!. Y la neta tenía sus razones, pero no mas no había manera que cediera, por un momento mi lado mas maquiavelico dijo: “que se me hace que la mamá al más puro catalina creel no quiere que se case su hija”. Y que le reitero que mas allá de las ofensas o culpas inferidas lo que importaba era que su retoñita se viera rechula con su vestido el sabadaba de la pachanga, pero dijo “mira mejor te la paso para que ella te diga lo que piensa”, ¡ROUND 2! , que se me deja caer la novia, golpe de derecha, de izquierda, algunos bajos, medio quise contraatacar y ponerla contra las cuerdas diciendo –mira pa casarse hay que esta abierto a las posibilidades - pero por fin que me receta el soplamocos final ¡Y QUIERO QUE ME REGRESEN MI DINERO!... ¡Ding Ding Ding Ding Laadiiiiiiieeees and Geeeentlemeeen!. ¡Tenemos un ganador y no es el baboso que vino de sparring!. Como lo había previsto, uno de los escenarios era: perder en puntos pero ya no por ¡nocaut!.
-Pista de baile
A modo de recapitulación les cuento que, ambos relatos son tan divergentes como convergentes. “Achis a este güero toavía no se le baja la paloma, se me hace que era totola”, no, no, no . El punto al que quiero hacer hincapié es que ambos relatos muestran el poder positivo y negativo de la familia, esta llena de matizes y colores, de sentimientos y de muestras. Tanto positivas como negativas, una mami que no sepa calmar a una hija y la azuze, puede ser algo muy doloroso, una mami que sepa arropar a una hija y guiarla con su experiencia y sabiduría para su cita con el destino es un regalo de Dios. Yo honestamente espero que el día sábado nuestra novia tenga una muy bonita boda, pero espero más aún que tenga una vida de casada que le permita recorrer todos los pasillos de su destino al lado de la persona que ama. De igual manera espero que las familias aprendamos a reconocer que todos los miembros vamos y la cafeteamos de vez en vez (unos mas seguido), pero que se trata de perdonar y seguir adelante para poder seguir unidos como el clan del siglo XXI que vivimos. Si este relato se les hizo medio chafa, por favor comentenlo, si les gusto pues también. Muchas gracias por leerme!.